Cuando se trata de una alimentación saludable, muchas personas sólo consideran lo que hay en su plato. Sin embargo, los verdaderos esfuerzos por lograr una vida saludable comienzan mucho antes de que los alimentos lleguen a la mesa. Empiezan en la despensa. Una despensa bien organizada y provista de opciones saludables puede marcar la diferencia en su bienestar diario. En este artículo exploraremos algunas estrategias prácticas para transformar tu despensa en un verdadero aliado de la alimentación saludable.
1. Comience con una limpieza profunda
Antes que nada, vacía toda tu despensa. Separa los alimentos que estén caducados, que no tengas intención de consumir o que no sean saludables. Esto le brinda no solo la oportunidad de hacer un inventario de lo que tiene, sino también de crear espacio para productos nuevos y mejores.
2. Clasificar los alimentos
Ahora que su despensa está vacía y limpia, es hora de ordenar los alimentos sobrantes. Agrúpelos en categorías como cereales, productos enlatados, especias, lácteos, etc. Esto hace que sea mucho más fácil encontrar lo que necesitas cuando cocinas, lo que a su vez hace que sea más probable que optes por opciones saludables.
3. Etiquete todo
Utilice etiquetas para marcar estantes o incluso contenedores de alimentos. Por ello, si compras productos al por mayor, colócalos en recipientes herméticos de vidrio o plástico y añade una etiqueta con el nombre del producto y la fecha de caducidad.
4. Tenga a la vista los alimentos saludables
Los estudios demuestran que es más probable que elijamos alimentos que estén dentro de nuestro alcance visual inmediato. Así que coloque cereales integrales, frutas secas, nueces y otros alimentos saludables en los estantes a la altura de los ojos. Dejar los productos menos saludables, como dulces o snacks procesados, en lugares de más difícil acceso.
5. Prioriza los alimentos frescos y duraderos
Además de los productos secos y enlatados, deje espacio para los alimentos frescos que tienen una vida útil más larga, como las patatas, las cebollas y el ajo. Se pueden guardar en un lugar fresco y oscuro de la despensa.
6.Haga una lista de compras inteligente
Antes de dirigirte al supermercado, revisa lo que ya tienes y haz una lista de compras que complemente tu stock actual. Esto le ayuda a evitar compras impulsivas de alimentos no saludables.
7. Tener una zona de “alimentos de emergencia”
Primero, cree un espacio exclusivo en su despensa para alimentos saludables y no perecederos que puedan prepararse rápida y cómodamente. Hablamos, por ejemplo, de productos como conservas de atún, garbanzos, quinoa y sopas instantáneas saludables. Al hacer esto, establecerás una especie de “zona de emergencia” en tu despensa. Este espacio especializado, en consecuencia, facilita el mantenimiento de una dieta equilibrada y saludable, especialmente en momentos en los que no tienes tiempo para una preparación más elaborada.
8. La facturación es fundamental
Cuando compres alimentos nuevos, colócalos detrás de los que ya tienes en la despensa. Esto garantiza que utilice primero los productos más antiguos y evita el desperdicio.
9. Revisar periódicamente
La organización de la despensa no es una actividad única; es un proceso continuo. Reserve tiempo cada mes para revisar el contenido, verificar las fechas de vencimiento y reorganizarlo según sea necesario.
Una despensa bien organizada no sólo es estéticamente agradable; de hecho, también juega un papel funcional y contribuye a una vida más saludable. De esta manera, implementando estas estrategias de organización, sin duda estarás dando un gran paso hacia un estilo de vida más equilibrado y saludable. Además, es fundamental recordar que una alimentación saludable comienza fundamentalmente con decisiones inteligentes. Por tanto, una despensa organizada sirve como base sólida para tomar buenas decisiones.
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